El 2020 fue un año complejo, lleno de incertidumbres y desafíos, no solo para nuestro país, sino para toda la humanidad. Como empresa tuvimos que enfrentar esta nueva realidad impuesta por la pandemia y la seguridad de nuestras trabajadoras y trabajadores se convirtió en el principio rector en el que basamos nuestras decisiones.
En este esfuerzo conjunto por la contención del COVID-19, quiero destacar y agradecer especialmente la disciplina que mostraron todas y todos con las medidas que se fueron adoptando, como el distanciamiento físico, el uso de mascarilla, las restricciones de aforo en los lugares de reunión, la disminución de la ocupación de las capacidades de traslado disponible o las encuestas elaboradas para aumentar la trazabilidad y disminuir los contagios. Todas estas medidas son las que nos permiten continuar operando en este desafiante contexto sanitario.
Ante un escenario ya incierto en el precio del cobre, agravado por la crisis sanitaria, durante el segundo trimestre de 2020 adoptamos la difícil decisión de modificar sustantivamente nuestro Plan Minero para mantener un adecuado nivel financiero. Esto significó la paralización de los proyectos Sulfolix Fase II y estudios de ingeniería y ambientales para la Planta Concentradora, así como la reducción de nuestra dotación permanente.